Durante la semana pasada dos efectivos de la Policía Federal fueron víctimas en Capital Federal de una nueva modalidad delictiva, que preocupa a las autoridades de la fuerza, en la cual algunos sujetos les preguntaron por una dirección y enseguida los golpearon para robarles el arma reglamentaria.
Fuentes policiales revelaron a Noticias Argentinas que tras esos dos episodios los efectivos reciben recomendaciones para "que no se descuiden y mantengan la distancia" ante cualquier consulta, con el fin de evitar este tipo de situaciones.
"Siempre hay que estar atentos y los policías no pueden distraerse en ningún momento, porque lo pueden pagar con su vida", advirtió un jefe policial.
Uno de los casos tomó repercusión el fin de semana y se produjo el viernes pasado a la madrugada cuando un suboficial de la Policía Federal realizaba vigilancia en prevención del delito en el barrio porteño de Villa Crespo.
El uniformado de la comisaría 13ª estaba parado en la intersección de la Avenida San Martín y la calle Belaústegui cuando fue abordado por cuatro delincuentes que simulaban ser transeúntes.
Allí, los sujetos le preguntaron una dirección y la parada de un colectivo, y en un momento, uno de los delincuentes sacó un arma, mientras los otros golpearon al policía y le robaron su arma reglamentaria.
El sujeto armado le disparó al efectivo, quien cayó herido al piso, y los agresores escaparon del lugar, pero en el camino dos de ellos le sustrajeron la moto a una persona y los restantes se fugaron en un automóvil que habían dejado estacionado cerca de esa zona.
El efectivo quedó en el suelo shockeado por el balazo en el pecho, logró recuperarse y al darse cuenta de que no había resultado herido de gravedad comenzó a revisarse.
El otro hecho ocurrió horas antes del primero y la agredida es una mujer cabo de la comisaría 15ª de la Policía Federal, quien custodiaba la esquina de la calle Juncal al 800 en el barrio porteño de Retiro, donde se encuentra la Iglesia Nuestra Señora del Socorro y a tres cuadras de la seccional donde se desempeña.
La uniformada comenzó a ser agredida verbalmente por un sujeto, quien en un momento se acercó por atrás le pegó una trompada y enseguida le aplicó tres golpes más para tirarla al piso y robarle su pistola reglamentaria y escapar del lugar.
La mujer sólo sufrió algunos golpes, pero se encuentra en buen estado de salud, aunque no recuperó su pistola.
"Hay que estar atentos a este tipo de cosas y siempre ponerse contra una pared para evitar agresiones por atrás o maniobras distractivas. Estos descuidos se pueden llegar a pagar con la vida y también se pone en riesgo a la población", indicaron voceros a NA.
Fuentes policiales revelaron a Noticias Argentinas que tras esos dos episodios los efectivos reciben recomendaciones para "que no se descuiden y mantengan la distancia" ante cualquier consulta, con el fin de evitar este tipo de situaciones.
"Siempre hay que estar atentos y los policías no pueden distraerse en ningún momento, porque lo pueden pagar con su vida", advirtió un jefe policial.
Uno de los casos tomó repercusión el fin de semana y se produjo el viernes pasado a la madrugada cuando un suboficial de la Policía Federal realizaba vigilancia en prevención del delito en el barrio porteño de Villa Crespo.
El uniformado de la comisaría 13ª estaba parado en la intersección de la Avenida San Martín y la calle Belaústegui cuando fue abordado por cuatro delincuentes que simulaban ser transeúntes.
Allí, los sujetos le preguntaron una dirección y la parada de un colectivo, y en un momento, uno de los delincuentes sacó un arma, mientras los otros golpearon al policía y le robaron su arma reglamentaria.
El sujeto armado le disparó al efectivo, quien cayó herido al piso, y los agresores escaparon del lugar, pero en el camino dos de ellos le sustrajeron la moto a una persona y los restantes se fugaron en un automóvil que habían dejado estacionado cerca de esa zona.
El efectivo quedó en el suelo shockeado por el balazo en el pecho, logró recuperarse y al darse cuenta de que no había resultado herido de gravedad comenzó a revisarse.
El otro hecho ocurrió horas antes del primero y la agredida es una mujer cabo de la comisaría 15ª de la Policía Federal, quien custodiaba la esquina de la calle Juncal al 800 en el barrio porteño de Retiro, donde se encuentra la Iglesia Nuestra Señora del Socorro y a tres cuadras de la seccional donde se desempeña.
La uniformada comenzó a ser agredida verbalmente por un sujeto, quien en un momento se acercó por atrás le pegó una trompada y enseguida le aplicó tres golpes más para tirarla al piso y robarle su pistola reglamentaria y escapar del lugar.
La mujer sólo sufrió algunos golpes, pero se encuentra en buen estado de salud, aunque no recuperó su pistola.
"Hay que estar atentos a este tipo de cosas y siempre ponerse contra una pared para evitar agresiones por atrás o maniobras distractivas. Estos descuidos se pueden llegar a pagar con la vida y también se pone en riesgo a la población", indicaron voceros a NA.
Fuente: Telam
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