En las rendiciones de cuenta semestrales que los Presidentes de las Juntas Comunales se vieron obligados por ley a hacer ante los Consejos Consultivos Comunales, la disconformidad de los vecinos con la política oficial de vaciamiento de la gestión comunal, empezó a ponerse de manifiesto. Declaraciones formales o informales, públicas o privadas, de muchísimos vecinos y organizaciones integrantes de los Consejos Comunales, pusieron a las claras que la descentralización y la participación vecinal en las decisiones barriales, no son aceptadas por el Gobierno de la Ciudad; a pesar de estar claramente establecidas en la Constitución de la Ciudad y en la Ley de Comunas 1777.
En no pocos casos los Juntistas Comunales de los partidos opositores hicieron o intentaron hacer rendiciones de cuenta independientes de las hechas por los presidentes de las respectivas Juntas, ya que en las mismas no se habían tenido en cuenta sus propuestas. Quedó así al descubierto, el autoritarismo partidario del PRO en un organismo ejecutivo colegiado que, por naturaleza, debe tomar decisiones consensuadas para beneficio de la comunidad barrial toda, por encima de los intereses partidarios. En consecuencia, ya comenzaron a aparecer las primeras reacciones públicas de los Juntistas no alineados con esta política anticomunas.
Renuncias, resoluciones y enfrentamientos
La situación de presión, ninguneo en las reuniones y decisiones y negación de lugares y medios para trabajar, que sufrieron y sufren los Juntistas Comunales no pertenecientes al partido oficialista, a manos de los presidentes de las Juntas Comunales, empezó a estallar al interior de las mismas.
La renuncia del Juntista Daniel Rotta denunciando esta situación, fue una de las primeras manifestaciones públicas de este estallido. La resolución Nº 4 de la Junta Comunal de la Comuna 15 – en ausencia de los Juntistas del PRO – emplazando al Jefe de Gobierno a realizar la transferencia de funciones y recursos a la Comuna, fue la segunda. La tercera fue la valiente denuncia pública que la Juntista María Suarez, hizo de este cuadro de situación en la Comuna 3.
Estos hechos y muchos más, que no detallamos por no haber alcanzado estado público, son una muestra del efecto tremendamente pernicioso que la política oficial anticomunas está produciendo en esta novedosa y original institución porteña.
La frutilla de la torta
La política anticomunas implementada por el secretario de Atención Ciudadana Dr. Macchiaveli y apoyada por el Jefe de Gabinete Sr. Larreta y por el bloque PRO de la Legislatura, es clara. No le otorgó presupuesto propio a las Comunas – como marcan las leyes – y concentró los recursos asignados a las mismas en su Secretaría. No les transfirió prácticamente ninguna competencia, convirtiéndolas en un organismo inútil que no puede cumplir ninguna de las funciones para el que fue creado. Y por último, contraviniendo expresamente la ley 1777, en lugar de disolver los CGP – organismos públicos dependientes del Gobierno Central en los barrios y estructuralmente verticalista y no participativo – los disfrazó y fortaleció bajo el nombre de Unidades de Atención Ciudadana (UAC). Con esta política se opone manifiestamente a la descentralización de las Comunas y a la participación vecinal en las decisiones y el control de los Gobiernos Comunales.
Como si esto fuera poco, y a modo de frutilla de la torta anticomunas, la Diputada Herrero – Presidente, contradictoriamente, de la llamada Comisión de Descentralización y Participación Ciudadana de la Legislatura – comenzó a desarrollar la maniobra destinada a modificar y desvirtuar la Ley de Comunas. Para impedir que dicho organismo sea, justamente, descentralizado y participativo.
Advertencia del Movimiento Comunero
En reiteradas ocasiones el Movimiento Comunero advirtió sobre esta política anticomunas, instó a la dirigencia política de la ciudad a aceptar el nuevo actor social al que protegen y le dan lugar institucional las Comunas – el vecino común – y previno sobre las reacciones que dicha política iba a provocar.
En consecuencia el Movimiento Comunero declara públicamente que se va a oponer por todos los medios legítimos y hasta las últimas consecuencias, a toda acción destinada a impedir el cumplimiento de la Constitución y la Ley de Comunas. Guárdense entonces los funcionarios del Gobierno de la Ciudad, los legisladores del bloque pro y los políticos oficialistas, de tacharnos de antimacristas. No somos anti nada. Hemos luchado mucho y durante mucho tiempo a favor de las Comunas y lo seguiremos haciendo. Al Gobierno dirigido por Macri le asusta lo que defendemos: la participación vecinal en los gobiernos descentralizados de las Comunas.
NO SOMOS ANTI MACRISTAS, MACRI ES ANTI COMUNAS
Te saluda
MOVIMIENTO COMUNERO
MOVIMIENTO COMUNERO
No hay comentarios:
Publicar un comentario