Seis años después de horror, la justicia de Santa Fe no permite a los familiares de la denominada tragedia del Colegio Ecos cerrar una etapa dolorosa. Por un error procesal, un tribunal anuló la sentencia contra el chofer que conducía el vehículo donde viajaban las víctimas y la causa volvió a foja cero.
Así lo anunció Sergio Levin, padre de Lucas, uno de los nueve alumnos del Colegio Ecos, de Villa Crespo, fallecidos el 8 de octubre de 2006, cuando el ómnibus con el que volvían de un viaje solidario desde el Chaco chocó contra un camión en la ruta nacional 11, cerca de Margaritas, a unos 200 kilómetros de Santa Fe.
"Se trata de un error inadmisible. Tememos que la causa prescriba", afirmó a LA NACION Levin.
La decisión fue adoptada por la Cámara de Apelaciones de Rafaela, que anuló la sentencia contra Oscar Atamañuk, que había sido condenado a la pena de tres años de prisión en suspenso e inhabilitación para conducir por siete años porque el juez Virgilio Palud no le tomó declaración indagatoria al imputado.
"Se trata de un falla grave e inconcebible en un juez. Además, la causa estuvo un año en la Cámara del Crimen de Vera, que no observó esta irregularidad. Hay peligro de prescripción", dijo a LA NACION el abogado Marcelo Parrili, que representa a familiares de las víctimas.
Ayer, Levin se reunió con el ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo. Después del encuentro, por medio de un comunicado de prensa, el funcionario sostuvo: "Frente a este tipo de situaciones, en las que parece que la impunidad es la que gana, uno no puede sentirse menos que indignado y reclamar a la justicia de Santa Fe que rápidamente corrija esta situación y la causa no prescriba".
En la tragedia, además de los nueve alumnos también fallecieron una docente que los acompañaba, el chofer del camión y su acompañante. Los alumnos del colegio, situado en el barrio porteño de Villa Crespo, regresaban de la localidad chaqueña de Quitilipi, a donde habían viajado para realizar tareas solidarias en la escuela rural situada en el paraje El Paraisal.
En 2009, el juez de Reconquista había absuelto a Atamañuk al considerar que el único responsable de la tragedia había sido el conductor del camión, Ángel Soto, que murió en el accidente.
Algunos testigos declararon ante la policía que habían visto a Soto tomar alcohol mientras cenaba en un parador cercano. Esa presunción fue confirmada con la autopsia, que determinó el hallazgo de niveles de alcohol en la sangre del camionero que provocaron que manejara en estado de ebriedad.
Pero en segunda instancia Palud consideró a Atamañuk responsable de los homicidios culposos agravados en perjuicio de doce personas y lesiones agravadas múltiples.
Debido a que se trató de una condena de prisión en suspenso y a que el mínimo de la pena establecida por el Código Penal para este delito es inferior a tres años, el conductor no quedó detenido.
"Estoy muy triste, aunque no es bronca. No se puede entender que no le hayan tomado declaración al imputado. Se trata de un horror jurídico. Uno puede pensar que se puede tratar de un caso de corrupción o de ineptitud", afirmó Levin ayer después de conocer la decisión de la Cámara de Apelaciones de Rafaela.
Fuente: La Nacion
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