viernes, 3 de febrero de 2012

VILLA ORTUZAR FUE LA ZONA MÁS COMPLICADA POR LA LLUVIA

omo sucede desde hace algunos años, la fuerte tormenta de anteayer trajo precipitaciones muy diferentes según el barrio porteño que se mire. Este tipo de precipitación se explica por la tendencia a la tropicalización del clima de Buenos Aires a raíz del cambio climático.
Los datos de la acumulación de agua por barrio indican que en Villa Ortúzar cayeron 75 milímetros, en Palermo 74, en Boedo 62, y en Versailles, Parque Avellaneda y Mataderos, 29, 23 y 21 mm, respectivamente. Por otro lado, en el Gran Buenos Aires también se registraron mediciones distintas. En José León Suárez cayeron 110 mm, mientras que en Berazategui cayeron sólo 38, en Castelar 25, y en Garín 23.
Respecto de las variaciones de intensidad, Osvaldo Canziani, presidente honorario del Consejo Asesor de la Agencia de Protección Ambiental porteña (APRA) e integrante del panel que ganó el premio Nobel de la Paz en 2007, indicó que este fenómeno se da porque las nubes que forman la tormenta no son homogéneas. "Las separaciones de las nubes cummulus nimbus , que muestran esta discontinuidad de lluvia, se deben a que las corrientes ascendentes y descendentes de la convección producen celdas diferentes y separadas en este tipo de inestabilidad de masas", explicó.
El experto, además, remarcó que "a raíz del calentamiento terrestre hay una mayor temperatura en el aire y una mayor capacidad de albergar agua precipitable. Esto genera más inestabilidad climática y ahora estamos en un proceso de activación de la inestabilidad".
Al estudiar el avance de las tormentas, los registros indican que, a lo largo de los años, ha habido una intensificación de precipitaciones en la pampa húmeda. A modo de antecedente, Canziani destacó que en enero de 1985 se registró una fuerte tormenta en el área metropolitana en la que, en sólo 17 horas, cayeron 191,8 mm de agua. La estadística indicaba que para que volviera a darse una tormenta así debían transcurrir 200 años. Sin embargo, entre el 31 de mayo y el 1° de junio del mismo año, se registró una caída de 308,4 mm en 21 horas. Los perjuicios ocasionados por esa tormenta equivalían a 23 millones de dólares.
Los daños que ocasionó el temporal del miércoles, además de demostrar la intensificación de las precipitaciones, revelan también la necesidad de obras que faciliten el desagotamiento y que permitan resistir una mayor caída de agua. Según confirmó ayer el director de Defensa Civil, Daniel Russo, en declaraciones a la señal Todo Noticias, la ciudad sólo puede soportar una caída de 25 mm por hora.

Fuente: La Nacion

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