El Centro de Producción e Investigación Audiovisual (CePIA), dependiente de la Secretaría de Cultura de la Nación y destinado a promover y difundir la producción cultural argentina a través de formatos audiovisuales, quedó inaugurado en la noche del jueves.
Del acto, presidido por el secretario de Cultura, Jorge Coscia, acompañado por el coordinador general del CePIA, Fabián Blanco; y el coordinador general del Consejo Asesor de TV Digital, Osvaldo Nemirovsci, participaron referentes de la cultura local, entre ellos Leonardo Sbaraglia, Juan Palomino, Gustavo Garzón y Víctor Laplace.
También estuvieron presentes numerosos cineastas, como Israel Adrián Caetano, Juan Bautista Stagnaro, David Blaustein, Víctor Dinenzon, Sergio Belloti, Nicolás Batlle, Miguel Mato, Eduardo Spagnuolo, Alejandro Saderman, Edgardo Cabezas y Fernando Díaz, entre otros.
El Centro, que ocupa una vieja mansión de la calle Vera 745, del barrio porteño de Villa Crespo, reciclada en su totalidad, será sede de la producción y coproducción de diversos programas culturales y el futuro canal de TV Cultura y Nación.
En el acto se anunció que el interés de este nuevo emprendimiento comunicacional estará puesto principalmente en aquellos que promocionen y rescaten nuestra identidad, la memoria histórica, el debate ideológico, los derechos humanos y la construcción ciudadana.
Las instalaciones que fueron habilitadas el jueves y en cuyos salones tuvo lugar la presentación, cuentan con 700 metros cuadrados cubiertos, tres islas de edición, cabina de locución, sala de producción, amplias oficinas administrativas, de coordinación técnica, artística y de contenidos.
El CePIA se complementará, además, con el proyecto de la señal televisiva Nación y Cultura, dependiente del mismo ámbito oficial, que se sumará al creciente espectro de la televisión digital, proyecto impulsado desde la sanción de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.
Con la democratización de las comunicaciones, las imágenes y la palabra, resuelto el desafío de la nueva ley, es el momento de producir contenidos acordes y en este sentido el Estado tiene una responsabilidad fundamental para evitar que la lógica del mercado se imponga, señaló Coscia al referirse a las constantes de la TV abierta privada en el país.
Prendíamos la televisión hace algunos años y teníamos que enterarnos cómo había sido la Guerra de Malvinas por una señal británica, cambiábamos de canal y aprendíamos sobre las hormigas o los canguros, sobre todo tipo de animales, pero el tema de una especie llamada Argentina y América latina no era incursionado. El zapping era un viaje por tierras extrañas, dijo el funcionario.
La mayor desventaja que puede tener una comunidad es no verse a si misma, concluyó.
De acuerdo a un decreto de noviembre de 2010, se incrementaron los créditos otorgados al organismo oficial con el fin de afrontar los gastos que demandaría la puesta en funcionamiento de un canal cultural y que permitieron la apertura de esta sede y cientos de horas de producción.
Parte sustancial de la inversión fue destinada a infraestructura, equipos de última tecnología para el registro y la edición, así como para la producción y adquisición de más de 500 horas de material audiovisual, la mayor parte ya terminado o en camino de estar listo para su emisión.
En cuanto a contenidos, se informó que se avanzó a toda velocidad en 50 series televisivas, de importantes realizadores, de entre cuatro y ocho capítulos cada una, mediante concursos convocados en colaboración con las oficinas de PNUD y UNOPS, de la ONU.
También se anunció que una vez en funcionamiento se presentarán programas de piso semanales, así como se producirá un informativo y una agenda cultural federal, para la difusión y promoción de las actividades culturales de todo el país.
Además, se inició un registro audiovisual de eventos, como los que tuvieron lugar en 2010 durante la fiesta del Bicentenario, el Congreso Iberoamericano de la Cultura, la Cátedra Libertadores o más recientemente en la Feria del Libro, el Laberinto del Bicentenario.
Otros hechos tomados del acontecer nacional son Moda+Historia, la patria dibujada, la inauguración de la Casa del Bicentenario y parte de las obras del Centro Cultural (ex Palacio de Correos) en el que será el Paseo del Bicentenario, entre los más destacados.
La extensa lista de proyectos incluye nombres importantes del audiovisual local, como Verónica Chen (Mujeres revolucionarias indígenas), Juan Bautista Stagnaro (Argentina es música), Miguel Rodríguez Arias (La era de la imagen), Sergio Bellotti (Oficios nocturnos) y Gustavo Postiglione (Todas las ciudades).
Habrá lugar para los libros de la mano de Juan Sasturain (Disparos en la biblioteca), o para el deporte, con Adrián Caetano y Juan Pablo Gugliotta, (responsables de Football, fútbol, fútbol), y para la revisión con Andrés Di Tella (Música en el Di Tella).
También se destacan producciones para las que fueron convocados Sabrina Farji, Elena Roger, Luis Barone, Mausi Martínez, Alejandro Fabbri, Enrique Pinti, Alfredo Alcón, Blas Eloy Martínez, Eduardo Casullo (Historia de la ópera), Víctor Laplace, Oscar Taffetani y Juan José Salinas (Prensa y política), entre muchos otros.
También estuvieron presentes numerosos cineastas, como Israel Adrián Caetano, Juan Bautista Stagnaro, David Blaustein, Víctor Dinenzon, Sergio Belloti, Nicolás Batlle, Miguel Mato, Eduardo Spagnuolo, Alejandro Saderman, Edgardo Cabezas y Fernando Díaz, entre otros.
El Centro, que ocupa una vieja mansión de la calle Vera 745, del barrio porteño de Villa Crespo, reciclada en su totalidad, será sede de la producción y coproducción de diversos programas culturales y el futuro canal de TV Cultura y Nación.
En el acto se anunció que el interés de este nuevo emprendimiento comunicacional estará puesto principalmente en aquellos que promocionen y rescaten nuestra identidad, la memoria histórica, el debate ideológico, los derechos humanos y la construcción ciudadana.
Las instalaciones que fueron habilitadas el jueves y en cuyos salones tuvo lugar la presentación, cuentan con 700 metros cuadrados cubiertos, tres islas de edición, cabina de locución, sala de producción, amplias oficinas administrativas, de coordinación técnica, artística y de contenidos.
El CePIA se complementará, además, con el proyecto de la señal televisiva Nación y Cultura, dependiente del mismo ámbito oficial, que se sumará al creciente espectro de la televisión digital, proyecto impulsado desde la sanción de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.
Con la democratización de las comunicaciones, las imágenes y la palabra, resuelto el desafío de la nueva ley, es el momento de producir contenidos acordes y en este sentido el Estado tiene una responsabilidad fundamental para evitar que la lógica del mercado se imponga, señaló Coscia al referirse a las constantes de la TV abierta privada en el país.
Prendíamos la televisión hace algunos años y teníamos que enterarnos cómo había sido la Guerra de Malvinas por una señal británica, cambiábamos de canal y aprendíamos sobre las hormigas o los canguros, sobre todo tipo de animales, pero el tema de una especie llamada Argentina y América latina no era incursionado. El zapping era un viaje por tierras extrañas, dijo el funcionario.
La mayor desventaja que puede tener una comunidad es no verse a si misma, concluyó.
De acuerdo a un decreto de noviembre de 2010, se incrementaron los créditos otorgados al organismo oficial con el fin de afrontar los gastos que demandaría la puesta en funcionamiento de un canal cultural y que permitieron la apertura de esta sede y cientos de horas de producción.
Parte sustancial de la inversión fue destinada a infraestructura, equipos de última tecnología para el registro y la edición, así como para la producción y adquisición de más de 500 horas de material audiovisual, la mayor parte ya terminado o en camino de estar listo para su emisión.
En cuanto a contenidos, se informó que se avanzó a toda velocidad en 50 series televisivas, de importantes realizadores, de entre cuatro y ocho capítulos cada una, mediante concursos convocados en colaboración con las oficinas de PNUD y UNOPS, de la ONU.
También se anunció que una vez en funcionamiento se presentarán programas de piso semanales, así como se producirá un informativo y una agenda cultural federal, para la difusión y promoción de las actividades culturales de todo el país.
Además, se inició un registro audiovisual de eventos, como los que tuvieron lugar en 2010 durante la fiesta del Bicentenario, el Congreso Iberoamericano de la Cultura, la Cátedra Libertadores o más recientemente en la Feria del Libro, el Laberinto del Bicentenario.
Otros hechos tomados del acontecer nacional son Moda+Historia, la patria dibujada, la inauguración de la Casa del Bicentenario y parte de las obras del Centro Cultural (ex Palacio de Correos) en el que será el Paseo del Bicentenario, entre los más destacados.
La extensa lista de proyectos incluye nombres importantes del audiovisual local, como Verónica Chen (Mujeres revolucionarias indígenas), Juan Bautista Stagnaro (Argentina es música), Miguel Rodríguez Arias (La era de la imagen), Sergio Bellotti (Oficios nocturnos) y Gustavo Postiglione (Todas las ciudades).
Habrá lugar para los libros de la mano de Juan Sasturain (Disparos en la biblioteca), o para el deporte, con Adrián Caetano y Juan Pablo Gugliotta, (responsables de Football, fútbol, fútbol), y para la revisión con Andrés Di Tella (Música en el Di Tella).
También se destacan producciones para las que fueron convocados Sabrina Farji, Elena Roger, Luis Barone, Mausi Martínez, Alejandro Fabbri, Enrique Pinti, Alfredo Alcón, Blas Eloy Martínez, Eduardo Casullo (Historia de la ópera), Víctor Laplace, Oscar Taffetani y Juan José Salinas (Prensa y política), entre muchos otros.
Fuente: Telam
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