El jefe de la PM, Horacio Giménez, centrará su gestión en combatir los delitos que más afectan a los vecinos. La fuerza tendrá más presencia en la calle. Asaltos en la vía pública, de casas y de autos serán la prioridad.
La orden fue clara y directa. No necesitó demasiadas palabras para expresar lo que quería transmitir. El experimentado policía sabía a la perfección que en el trabajo que desempeña no es necesario hablar de más. Y, como era de esperar, su mensaje fue asimilado por completo por sus subalternos. “Tenemos que tener más presencia en las calles, que la gente vea que nos movemos, que combatimos los delitos que más los afectan. Por eso de ahora en adelante lo principal será abocarnos a las cuestiones que más impactan al vecino de la Ciudad”, expresó ante los hombres de mayor jerarquía de la policía porteña el comisario general Horacio Giménez, en una reunión que realizó luego de asumir el mando de la institución, el miércoles 14 de diciembre de 2011.
La idea del titular de la PM era que sus subordinados comprendieran cuáles serían los principales objetivos de la fuerza a partir de su llegada a la cúpula, que comparte con el subjefe, el comisario general Ricardo Pedace. La información
obtenida por Noticias Urbanas revela que Giménez no quiere una policía “encerrada en las tres comunas en las que se desempeña en la actualidad”. Hasta el momento, la PM actúa en la Comuna 4 (que abarca los barrios de la Boca, Barracas, Parque Patricios y Pompeya), en la 12 (Villa Pueyrredón, Villa Urquiza, Coghlan y Saavedra) y en la 15 (Villa Ortúzar, Chacarita, Villa Crespo, La Paternal, Agronomía y Parque Chas).
Para 2012, la Metropolitana piensa contar con 3.850 efectivos y sumar una cuarta comuna bajo su control. La intención del comisario es que la fuerza tenga una mayor distribución de efectivos para que de esa manera su presencia sea más visible en la Capital Federal. “La gente nos tiene que ver por la calle”, destacó Giménez, y agregó: “Y nos tiene que ver combatiendo los delitos que más la afectan”. Por eso se confeccionó un listado de temas prioritarios a los que les dedicará mayor atención. El listado está compuesto por los siguientes temas: delitos callejeros de todo tipo, asaltos a viviendas, robo de automotores, mayor seguridad en las villas, talleres clandestinos, venta callejera ilegal y casas y hoteles usurpados.
Además, se le dará mayor impulso al Plan de Seguridad
en las Comunas, en especial en las cuales ya actúa la Metropolitana.
Los primeros hechos concretos de la nueva tónica que Giménez pretende inculcarle a la policía porteña se produjo a los quince días de asumido su nuevo cargo. Con un gran despliegue de efectivos la mañana del jueves 29 de diciembre de 2011, la Metropolitana allanó la Villa 31 de Retiro. Todo surgió a partir de la denuncia de un grupo de vecinos quienes denunciaron por amenazas a otros habitantes del barrio. En el megaoperativo
realizado por más de 50 uniformados, del cual participaron
efectivos de la Guardia de Infantería de la división Delitos y Sumarios, se incautaron drogas, armas y mercadería robada.
Ese mismo día la División de Investigaciones de la Comuna 4 de la Metropolitana realizó cuatro allanamientos en talleres textiles clandestinos, tres en el Bajo Flores y otro en las cercanías de la avenida Avellaneda. Los operativos más importantes se llevaron a cabo en las calles Itaquí 2173, Esteban Bonorino 2877 y Rivera 2266. Todos estos lugares quedarán clausurados y con consigna policial de acuerdo a lo solicitado por la Justicia. La ropa que fabricaban en estos lugares se repartía en locales de Flores y Once. La investigación también incluía la trata de personas y el presunto
suministro de mercadería ilegal para ser vendida por manteros en la vía pública. En los talleres trabajaban entre 35 y 40 personas de nacionalidad boliviana, peruana y paraguaya, quienes estaban indocumentados y se encontraban en condiciones precarias, sin seguridad, higiene y en negro. En algunos casos hacían jornadas de 12 horas de lunes a lunes. Asimismo, fueron registrados trabajando dos menores de edad. Tanto el operativo en la villa como el de los talleres tuvo una amplia repercusión mediática. Al final de la jornada el jefe de la PM estaba satisfecho. Los objetivos claves de su gestión comenzaban a concretarse.
La idea del titular de la PM era que sus subordinados comprendieran cuáles serían los principales objetivos de la fuerza a partir de su llegada a la cúpula, que comparte con el subjefe, el comisario general Ricardo Pedace. La información
obtenida por Noticias Urbanas revela que Giménez no quiere una policía “encerrada en las tres comunas en las que se desempeña en la actualidad”. Hasta el momento, la PM actúa en la Comuna 4 (que abarca los barrios de la Boca, Barracas, Parque Patricios y Pompeya), en la 12 (Villa Pueyrredón, Villa Urquiza, Coghlan y Saavedra) y en la 15 (Villa Ortúzar, Chacarita, Villa Crespo, La Paternal, Agronomía y Parque Chas).
Para 2012, la Metropolitana piensa contar con 3.850 efectivos y sumar una cuarta comuna bajo su control. La intención del comisario es que la fuerza tenga una mayor distribución de efectivos para que de esa manera su presencia sea más visible en la Capital Federal. “La gente nos tiene que ver por la calle”, destacó Giménez, y agregó: “Y nos tiene que ver combatiendo los delitos que más la afectan”. Por eso se confeccionó un listado de temas prioritarios a los que les dedicará mayor atención. El listado está compuesto por los siguientes temas: delitos callejeros de todo tipo, asaltos a viviendas, robo de automotores, mayor seguridad en las villas, talleres clandestinos, venta callejera ilegal y casas y hoteles usurpados.
Además, se le dará mayor impulso al Plan de Seguridad
en las Comunas, en especial en las cuales ya actúa la Metropolitana.
Los primeros hechos concretos de la nueva tónica que Giménez pretende inculcarle a la policía porteña se produjo a los quince días de asumido su nuevo cargo. Con un gran despliegue de efectivos la mañana del jueves 29 de diciembre de 2011, la Metropolitana allanó la Villa 31 de Retiro. Todo surgió a partir de la denuncia de un grupo de vecinos quienes denunciaron por amenazas a otros habitantes del barrio. En el megaoperativo
realizado por más de 50 uniformados, del cual participaron
efectivos de la Guardia de Infantería de la división Delitos y Sumarios, se incautaron drogas, armas y mercadería robada.
Ese mismo día la División de Investigaciones de la Comuna 4 de la Metropolitana realizó cuatro allanamientos en talleres textiles clandestinos, tres en el Bajo Flores y otro en las cercanías de la avenida Avellaneda. Los operativos más importantes se llevaron a cabo en las calles Itaquí 2173, Esteban Bonorino 2877 y Rivera 2266. Todos estos lugares quedarán clausurados y con consigna policial de acuerdo a lo solicitado por la Justicia. La ropa que fabricaban en estos lugares se repartía en locales de Flores y Once. La investigación también incluía la trata de personas y el presunto
suministro de mercadería ilegal para ser vendida por manteros en la vía pública. En los talleres trabajaban entre 35 y 40 personas de nacionalidad boliviana, peruana y paraguaya, quienes estaban indocumentados y se encontraban en condiciones precarias, sin seguridad, higiene y en negro. En algunos casos hacían jornadas de 12 horas de lunes a lunes. Asimismo, fueron registrados trabajando dos menores de edad. Tanto el operativo en la villa como el de los talleres tuvo una amplia repercusión mediática. Al final de la jornada el jefe de la PM estaba satisfecho. Los objetivos claves de su gestión comenzaban a concretarse.
Fuente: Noticias Urbanas
No hay comentarios:
Publicar un comentario