Con la primera salida a la venta desde el pozo de un proyecto residencial, en Holmberg al 2300, avanza la urbanización de una franja olvidada de la Ciudad. Se trata de las 15 manzanas de Villa Urquiza y Villa Ortúzar por donde iba a pasar la AU3, una autopista planeada por la dictadura que nunca se hizo. El Gobierno porteño subastó 27 de las 51 parcelas disponibles para construir edificios, por un total de casi $ 100 millones, y ya recibió cuatro pedidos de permisos de obra. Las otras 24 parcelas serán puestas en venta a medida que vayan reubicando a las 120 familias que aún ocupan la zona.
Este primer proyecto en salir a la venta fue lanzado por la desarrolladora G&D y la constructora Azzollini con un aviso en los diarios. “El parque recuperó al barrio”, es el eslogan que eligieron para ofrecer las 40 unidades residenciales de 2 y 3 ambientes que levantarán en Holmberg 2350, incluyendo departamentos con patio en planta baja y penthouses con terrazas. El precio de venta será de entre US$ 1.900 y US$ 1.950 el m2. Por ley, va a ser un edificio de baja altura : tendrá 12 metros en el frente y 15 en un retiro de fachada. Además, deberán dejar una vereda de 20 metros, donde tendrán que hacer un espacio verde y bicisendas según un diseño determinado por el Gobierno porteño, para que entre todas las manzanas se conforme el parque lineal Donado-Holmberg.
La franja en cuestión es la que va desde Congreso hasta Avenida de Los Incas, entre Donado y Holmberg, atravesando los barrios de Villa Urquiza y Villa Ortúzar. Durante la intendencia municipal de facto del brigadier Osvaldo Cacciatore, entre 1978 y 1979 en esas manzanas fueron expropiadas viviendas para hacer la autopista. Pero como la AU3 jamás se concretó, las construcciones fueron usurpadas . Desde entonces, hubo distintos planes para regularizar la situación de los ocupantes, que incluso le pagaban una cuota al ejecutivo a manera de canon.
En diciembre de 2009, la Legislatura porteña aprobó la ley 3.396, con el fin de urbanizar la franja y les permitió a las 320 familias que quedaban optar entre cobrar dinero o entrar a un plan de viviendas sociales (ver Avanza el proceso...
), para alguno de los diez complejos que el Gobierno porteño construirá dentro de la propia franja. El primero de ellos, con 40 viviendas, estaría listo en octubre en Donado y Virrey del Pino. Hay otras dos licitaciones en marcha y, prometen en el Ejecutivo, otras tres estarán listas antes de fin de año y las cinco restantes, ser harán en 2012.
La ley 3.396 previó esas subastas para financiar la relocalización de los ocupantes y, también, la construcción de un CGP, un polideportivo y un parque diseñado por Clorindo Testa, que estará en Rivera y Donado. “Ya vendimos 27 lotes por un total de $ 98.654.000. Estos lotes suman una superficie de 24.000 m2. Y quedan para vender otros 24, que ocupan 29.000 m2. Hasta ahora venimos superando los precios de base de las subastas hasta en un 150%. Al último terreno lo vendimos a $ 4.500 el m2”, precisa De Celis.
Para los desarrolladores es una ocasión perfecta para conseguir terrenos en zona de Capital que sirve de bisagra con Belgrano R y ya tiene infraestructura, como colegios y hasta el subte B cerca. “Esas cuadras quedaron en el medio de buenos barrios”, señala Daniel Mintzer, director de G&D. Y explica por qué a su firma apuesta por la zona: “En la Ciudad no es fácil encontrar oportunidades. Los dueños de los terrenos se están quedando con toda la plusvalía del negocio. Comprar uno en Palermo, sale US$ 1.000 el m2 y construir, otros US$ 1.500. Nuestro costo, entonces, es altísimo”.
G&D compró tres terrenos en la calle Holmberg, uno por US$ 500.000, otro por US$ 1 millón y el tercero, por US$ 1,5 millón, a razón de entre US$ 350 y US$ 400 el m2. “Esta zona es una excelente oportunidad para inversores, quienes buscan obtener una renta, o para los que quieren mudarse –asegura Mintzer–. Este corredor va a tener tres o cuatro años de recorrida de precios y las propiedades van a valorizarse más”.
En el Gobierno porteño confirmaron que ya hay cuatro pedidos de obra . Mientras, en G&D estiman que empezarán la construcción en unos 15 días y anticipan que la obra durará 18 meses. Mintzer cuenta una anécdota: “Esta es la primera vez que pongo un cartel de obra y los vecinos me llaman para agradecerme”.
Fuente Diario Clarin
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